Deporte  

Quiniela, fútbol y literatura

Dos de los mayores fenómenos sociales del siglo XX apenas se afectaron. Cuando más se renovó la novela, en todos los géneros, y cuando históricamente se vendieron más ejemplares en todo el mundo. Y los cien años en los que el fútbol se popularizó como forma de entretenimiento de masas, conquistando legiones de aficionados en Europa y América Latina. La literatura, siempre ávida de reflejar o imaginar la realidad, pocas veces plasmó este deporte en las páginas de sus libros. Pero tal afirmación solo es cierta si consideramos la narración del juego en sí, y no el universo que lo rodea, del cual muchos elementos terminaron convirtiéndose en material literario. De alta literatura, y el otro. Roberto Bolano en el interior los detectives salvajes s eduardo galano en el interior la canción de nosotros Hicieron de las mejores predicciones de Quiniela una de las claves de estas novelas, y también las asociaron con el método de predicción de resultados basado en sueños, que es una tradición en América Latina.

Bolaño y Galeano fueron aficionados de toda la vida y ambos encarnan la relación de la literatura del siglo XX con este deporte. Bolaño optó por la elección habitual de los literatos frente al fútbol: la historia. En el interior putas asesinas contó la historia del jugador de fútbol “Buba” que usa la brujería para convertirse en una estrella del deporte. Galeano, aspirante a futbolista -como todos los uruguayos, diría- llegó a reconocer que estaba obligado a hacer con las manos lo que nunca pudo hacer con los pies. Hoy es la mayor referencia en los libros de fútbol, ​​especialmente por dos títulos, su majestad fútbol s Fútbol al sol ya la sombra. Escribió otros, pero estos dos son significativos porque el primero se publicó antes de su libro más reconocido, Las venas abiertas de América Latinay el segundo justo después de su otro título más importanteMemoria de fuego. Tanto en Galeano como en Bolaño, los escritos sobre fútbol son de inferior calidad al resto de su obra, y lo mismo ocurre con el resto de autores que toman este deporte como motivo literario de algunas de sus producciones.

La razón de que esto suceda resumido juan tallon afirmando que el fútbol no es un deporte, sino una historia, y que es en la crónica donde el juego y sus jugadores se convierten en leyendas. El periodismo deportivo es precisamente eso, una narrativa capaz de extraer días y días de historia apasionante a partir de partidos de noventa minutos. Entonces, el material verdaderamente convincente para cualquier narrativa está en todo lo que involucra al fútbol, ​​pero eso es ficción en sí mismo. Martinho Caparrós Destaca que ahí radica la dificultad del escritor: crear un relato sobre la historia. Si eso no complica lo suficiente las cosas, cualquier aficionado preferirá la emoción del partido en vivo en el estadio a leer un libro al respecto. Así que las posibilidades de éxito con una novela o una colección de historias, poemas o obras de teatro de fútbol son escasas.

Esto le sucedió a uno de los escritores que, al ver el amor por fútbolhizo de este deporte la base de dos de sus movimientos. Clase de fútbol en un parque s Los once ante la puerta doradadel Enrique de Montherlant, son poco recordados hoy en día, y son en sí mismos un tratado filosófico sobre el fútbol como representación de la vida. En el extremo opuesto, y también con el juego bonito como argumento, encontramos piezas literarias de gran éxito en el género del cuento. La diferencia es que no se ocupan del desarrollo del juego en el campo, sino del escenario que lo rodea. En el interior La soledad del corredor de larga distanciael libro de cuentos Alan Sillitoe, “A Festa” narra con toda su dureza la violencia de género de un hincha que vio perder a su equipo y descarga su frustración golpeando a su mujer. Otro título muy conocido en la literatura inglesa es fiebre en las gradasdel Nick Hornby, que, además de tener mucho éxito tras su publicación, se hizo aún más conocida por dos adaptaciones cinematográficas. Su núcleo, y lo que construye la calidad de este libro, es también el escenario, la infancia del niño que crece con los fanáticos del Arsenal FC como parte de su desarrollo vital.

Autores de habla hispana de América y España también han hecho un uso masivo del escenario del fútbol, ​​con especial énfasis en la piscina. De hecho, se atribuye a la influencia de sus obras a lo largo del siglo XX que en la actualidad utilicemos el término apuestas de futbol aplicado a una lista de personas de la que saldrán los ganadores de cualquier campo. Cada año el titular recurrente en los medios alude a las “quinielas” de los premios Nobel y, por supuesto, a la polémica sobre quién debe o no ser incluido y elegido. La metáfora funciona muy bien en español porque es entendida de la misma manera por hablantes de ambos lados del océano, aunque no se asocia con el deporte en todos los países. España y México tienen sus quinielas de fútbol, ​​Argentina y Uruguay tienen una quiniela más parecida a la lotería, pero donde el jugador elige sus números. La corriente latinoamericana trajo ambas a la literatura, y lo hizo uniéndose a otra tradición adivinatoria, la interpretación de los sueños en los que aparecen números. Un complejo sistema de adivinación de origen napolitano al que cada grupo de emigrantes sumó sus influencias, y que luego se desarrolló en cada país americano.

Bolaño y Galeano nos permiten comprenderlo en todas sus dimensiones. Para Andrés Ramírez, el polizón chileno que llegó a Barcelona en los detectives salvajes Bolaño, se le aparecen en sueños una serie de números. El día que decide aplicarlos a una quiniela, aplicando el 0 como una X, gana, y cuando el sueño vuelve por segunda vez, se hace millonario. En una de las últimas novelas de Galeano, la canción de nosotrossus dos protagonistas, que viven de la basura, confían en que un sueño acabará anunciando qué número tirar a la piscina.

Tener la opción de ganar algo extraordinario, y que esa victoria se convierta en el motivo de nuestra alegría, es el motivo de cualquier partido de fútbol. Pero también es el material más universal de la literatura. Todas las grandes tramas literarias tratan de lo mismo, del héroe que triunfa o del antihéroe que fracasa, cuyo desenlace, si el libro es bueno, nos dejará colgados página tras página. Como resultado de la piscina. La esperanza también es alegría, y esto se reflejaba mario benedettiotro de los escritores de fútbol, ​​en su libro poemas para hoycon la crisis.” Un resumen contemporáneo de lo que significa una época de precios altos.Entre todo lo que nos faltará, lo esencial y los placeres, también habrá piscinas.

“Se viene la crisis
ojo
guardia baja
no habrá vino ni azúcar ni zapatos
ni charcos ni sol ni dios ni abrigo
ni diputados ni narcos
ni mantequilla, ni fruta, ni rameras.”

Está claro que en el fútbol hay sitio para la tragedia, esa que aprovecharon Benedetti o Alan Sillitoe, pero también para el disfrute más desenfrenado. Y pocos lo han hecho con tanta maestría como Roberto Fontanarrosa, uno de los más grandes escritores de historietas del país, y en idioma español. Su relato “19 de diciembre de 1971″ es un verdadero delirio, sobre un grupo de hinchas que acuden al partido, y que, obsesionados por llevarse consigo a un ex hincha del equipo, el Viejo Casale, lo secuestran, enfermo y todo, embarcándose en un tremendo viaje en autobús. El pobre se muere de emoción en la grada, pero no importa, porque Fontanarrosa, al más puro estilo de locutor argentino, termina diciendo que no hay mejor muerte que esta. “Murió saltando, feliz, abrazado a los niños, al aire libre, con la alegría de haber roto la lepra por el resto de los siglos. Así tuvo que morir, hasta lo envidio, hermano, lo juro, ¡lo envidio! Porque si alguien puede elegir la forma de morir, ¡yo elijo esa, hermano! Elijo esto”.

Quiniela, violencia, emoción y comedia, la literatura en torno al fútbol del siglo XX no estaría completa sin su presencia en el género negro. En España Manuel Vázquez Montalbán la utilizó para su serie sobre el detective Carvalho, y lo hizo tomando como argumento otro elemento esencial del panorama futbolístico: la corrupción. tu romance El delantero centro fue asesinado de madrugada No se trata solo de una buena trama, sino de una larga reflexión sobre el poder que otorga el fútbol a los directivos de los grandes clubes y la forma de vida que les espera a las autonómicas, terceras y segundas selecciones. Una novela social, histórica, dramática e imprescindible para comprender, en toda su dimensión, lo que significó el fútbol en la sociedad del siglo XX.

Queda por ver, en este momento de incertidumbre sobre el deporte, cuando sus directores se preguntan cómo atraerán a jóvenes que ya no crecieron jugando a la pelota en el patio de la escuela, si los escritores del siglo XXI seguirán haciéndolo presente en su literatura. Ahora ya no existe el mismo patrón en América y Europa: en el primero, la afición sigue apasionada; en el segundo, decae, impulsada por una mayor digitalización y un cambio de estilos de vida. El escenario sigue ahí, pero sus componentes se han convertido en una reserva de éxitos de nuestro tiempo.

Lo que el fútbol no hizo por la literatura, lo logró la quiniela

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