Netflix para comida asiática: una serie japonesa de ensueño

el enigmático dueño Solo hay cuatro platos en el menú., como nos dice la inclusión. No obstante, si el cliente trae otros ingredientes, cocinará lo que haga desatiendo. Cada capítulo lleva el nombre de un plato, lo que es un poco engañoso porque, en ingenuidad, las recetas son solo un hilo popular para contar historias.

Esta relación a veces es más estrecha ya veces adolece de irracional, pero sin ella no sería un producto japonés. sugerencia de complejidad. De todos modos, al igual que con el historias habituales y humanasaunque muestran una sociedad diferente, la serie es muy facil de verdesafiando al espectador a través de las emociones.

Porque en la gran mayoría de los casos, el tablero en sí no importa tanto para el ampliación de la historia. lo que importa es cómo el protagonista enfrenta sus problemas y miedoscasi siempre con palabras de aliento del Experto o con sus concisos y concisos consejos.

Los personajes se mueven entorno con temporalidades disparesuna vez que el sabido nunca estás seguro de cuánto tiempo pasa entre una entrevista y otra malla sí, que acompaña esa inspección onírica que es claramente posible si todo sucede de sombra, como si fuera un sueño.

Lo más destacable del Midnight Diner es su desapego por el prestigio y la sofisticación. La cocina que muestra no es gastrónomo, es la que comen los japoneses para sentirse mejor, la que se disfruta con cerveza y buena compañía. Todo enmarcado en un Japón ordinario, humilde, severo, de muchedumbre sencilla y trabajadora. Un Japón que no sale en los folletos turísticos pero que igualmente es vivo.

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