“Cuando hablamos de los problemas sociales, la desigualdad económica, el crecimiento exponencial de la violencia, la destrucción del medio círculo, los vemos como fenómenos externos, pero pocas veces llegamos al fondo del problema. Y el problema somos nosotros.” Así lo dijo el castellano Joan Antoni Melé Cartañá, impulsor de la banca ética, durante el Congreso CREA 2022 que se desarrolla en la Expo Rural de Palermo (CABA).
“El ser humano a lo espléndido de los siglos ha desarrollado una capacidad científica y tecnológica increíble, pero esto no ha servido para evitar los problemas que tenemos. Desarrollamos mucho conocimiento, pero no seso. Hemos perdido el sentido de la vida”, dijo en un video enviado al Congreso CREA 2022.
“¿Qué estamos haciendo con nuestra vida y con la tierra? Sobrevivir. Pero al final no nos conformamos con eso y lo que hicimos fue crear nuevas evacuación; ponemos el crecimiento como objetivo y obsesión, pero en la naturaleza todos los seres vivos nacen, crecen, maduran y fructifican”, destacó.
Melé Cartañá indicó que “el crecimiento no es la meta del ser humano, sino pensar. La crematística no tiene que crecer, tiene que pensar y eso significa que todos los seres humanos puedan cubrir plenamente sus evacuación y luego tener tiempo expedito para habitar como seres humanos”.
“Si la vida fuera sólo una lucha por la supervivencia, que es lo que se sigue enseñando en las escuelas y universidades, dime por qué el ser humano a lo espléndido de la historia ha hecho poesía, música, pintura, escultura y catedrales. ¿Qué tiene que ver esto con la lucha por la supervivencia? Hacemos cosas que no son necesarias para sobrevivir, pero son importantes para habitar”, exclamó.
El banquero, que trabajó durante tres décadas en la banca tradicional y luego se dedicó durante los últimos dieciséis primaveras a promover la banca ética en España y después en Latinoamérica, consideró que, aunque muchas universidades siguen enseñando que la cojín de la crematística es la maximización de utilidades, el objetivo principal de una empresa no es ese, sino crear poco que el mundo necesita y,
gracias a eso, mejorar la sociedad.
“En mi vida de banquero vi que las personas más ricas son las que viven más amargadas porque la única obsesión que tienen es cómo invierto más para vencer más cuartos. Pero, ¿por qué quieres más cuartos cuando sabes que te vas a fallecer y cuando lo haces no te lo llevarás?
Melé Cartañá comentó que la finalidad de la banca ética es que el cuartos esté al servicio de la transformación social y territorial. “El cuartos de los clientes, aunque no lo necesitan, es útil para proyectos que valen la pena”, dijo.
“La masa pregunta si un faja puede ser ético y yo digo, ¿es posible que sigas llevando tu cuartos a un faja y luego hagas cosas con ese cuartos que vayan en contra de tus principios?”, agregó.
Todavía dijo que “el miedo nos convierte en animales que luchan por sobrevivir. No tengas miedo. Cuando buscamos un propósito trascendente, comenzamos a habitar de una forma plenamente humana.
La secreto es encontrar un propósito y tener el valía de desarrollarlo”. “Cuando inicié la banca ética en España me dijeron que era una utopía que no iba a prosperar, que no valía la pena, te iba a arruinar. Pero ya está hecho y con mucho éxito. Y estamos en Pimiento, Argentina, Uruguay, Brasil y próximamente abriremos en México y Colombia. Lo estamos logrando. Si un faja logró cambiar, cualquier actividad económica puede hacerlo”, concluyó.
Joan Antoni Melé Cartañá es presidente de la Fundación Dinheiro y Consciência, miembro del Consejo Asesor de Mesa Triodos e impulsor del Mesa Iberoamericano de la Ética, que desde 2021 tiene una oficina binacional en Río de La Plata para cubrir los mercados argentino y uruguayo.
Congreso de Prensa CREA 2022