–Finalmente, Blonde vio la luz. ¿Estás aliviado?
Tengo emociones encontradas. Por un costado, me siento emocionado; en cambio, estoy aterrada, porque me siento expuesta. Pero, para ser honesto, el miedo no tiene carencia que ver con todas las dificultades que tuve que indisponer durante la período que pasé preparando Blonde, ni con las controversias que generó. Me siento así con cada nueva película. Para mí, ponérselos por primera vez es como aguantar a tu hijo a una fiesta. Amas al pequeño y no quieres que se comporte de modo inapropiada o que otros asistentes a la fiesta lo maltraten.
-¿Qué es lo que más le interesa de Marilyn Monroe?
–Marilyn es como una lectura saco de Afrodita, como la diosa del simpatía del siglo XX, pero al mismo tiempo es una mujer que se suicidó; es afirmar, una portada de perfección tras la cual se esconde la destrucción. Pero lo que me llevó a hacer la película es el obra de Joyce Carol Oates en el que se fundamento, principalmente porque no palabra de la vida de Marilyn, sino de lo que significa su figura para nosotros, por qué tuvo tanto impacto cultural. y por qué nos sigue fascinando.
-Marilyn Monroe, al fin y al sitio, no es más que una construcción colectiva…
-Efectivamente, y por eso creo que la mejor modo de abordarlo es a través de la ficción, como lo hizo Joyce, y no a través de una reconstrucción histórica fidedigna. De hecho, ninguna de las biografías que existen ha podido trascender los estereotipos de rubia tonta, criatura sexual, pupila perdida, diva autodestructiva, etc., ni afirmar de ella poco más que un cliché: que es un enigma. .
– ¿Cómo reaccionaron los que pagaron la película al ver la panorama violenta que Monroe comparte con JFK?
-Lo encontraron perturbador, no lo negaré. En mi opinión, lo más inquietante de esta panorama es la dificultad de categorizar lo que ocurre en ella desde el punto de sagacidad del consentimiento. ¿JFK violó a Marilyn? No sé si esto es verdaderamente una violación. Sea como fuere, estoy preparado para las críticas, y sé que solo vendrán de Estados Unidos. Los estadounidenses son muy hipócritas. Hay una brecha insuperable entre quiénes son verdaderamente y cómo les gusta encontrarse a sí mismos.
– ¿Diría que la película es incluso una advertencia sobre la imagen que históricamente Hollywood quiso proyectar, sobre el luminosidad de encanto que la envolvía y bajo la cual crecía la explotación y la discriminación?
– Inevitablemente, la manufactura de sueños no es más que una manufactura de pesadillas. Y Blonde es el retrato de una pesadilla, porque la historia de Marilyn es como una película de terror. Pero Hollywood parece cada vez menos mágico, ¿no crees?
–Por lo mucho que se ha dicho de ella y lo que se seguirá diciendo en el futuro, es manejable adivinar que la Rubia ocupará un punto importante en la civilización popular. ¿Qué tan importante es para ti hacer películas que trasciendan?
Lo que verdaderamente me importa es hacer grandes películas. Quiero hacer el tipo de películas que disfruto como espectador, y créanme, no me gustan muchas. Y es muy importante para mí hacer solo películas personales; Al igual que Marilyn, nunca conocí a mi padre y sé lo que significa sentirse dividido entre tu yo notorio y tu yo privado, así que me conecto con Blonde muy fuertemente. Mi filmografía es harto breve, y eso es porque hay muchos tipos de películas que no soy capaz de hacer. Si no creo firmemente en un esquema, no puedo llevarlo a sitio. Nunca podría trabajar con una porte cínica, haciendo películas solo por el caudal. Es la virtud de la que estoy más orgulloso.