Vicente, de 75 primaveras, empezó a sentirse mal cuando casi acababa de renovar su DNI en la comisaría de Plaza de España de Barcelona, que comparten Policía Franquista y Mossos d’Esquadra. Se puso más pálido, se tocó las yemas de los dedos y la cara y empezó a sudar. De repente perdió el conocimiento; acababa de tener un infarto. Sin dudarlo, dos empleados de la Dependencia Caudillo del Estado, uno de los cuales acababa de realizar un curso de primeros auxilios, y agentes de los dos cuerpos policiales pusieron en praxis sus conocimientos aplicando la maniobra de RCP (reanimación cardiopulmonar) al hombre y al policía. propia etapa de desfibrilador portátil (DEA, o desfibrilador foráneo mecánico), ese dispositivo que hoy en día se encuentra en la mayoría de los edificios públicos y grandes lugares de trabajo). La policía difundió el video de la intervención en su cuenta de Twitter (@policia).
Los hechos ocurrieron el pasado 14 de junio, pero no se habían hecho públicas las imágenes hasta que se confirmó que la víctima, Vicente, se encuentra sana y salva, sin secuelas y “caminando por la ciudad”, según ha informado una portavoz de la Policía de Barcelona. El video muestra al hombre cayendo en la apero a la que lo enviaron. El asistente y un colega inmediatamente acostaron al hombre, lo examinaron y lo colocaron de banda, en la postura de seguridad que evita que se ahogue. Uno y otro le sirven de rodillas. Pero una de ellas, señal Lourdes, parece hacerse cargo.
UNA musgo de uniforme, trae un desfibrilador, un artefacto que está en el ámbito de la policía autonómica, pero que es de uso global. Se aplican y parece que el hombre empieza a dar señales de vida. Lurdes y dos musgos, uno de civil y el otro de uniforme, se turnan para dar RCP mientras otro oficial lo aplaude. Es cuando llegan los sanitarios del Servicio de Urgencias Médicas de Cataluña, cuando finaliza la estabilización y el traslado. Vicente fue operado de emergencia. Está sano y agradecido.
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