La asesinato de Isabel II dominó las telediario. De vez en cuando es bueno para este mundo iracundo permitir que la tradición, los rituales de la corte y la extensión se eleven por encima de las calamidades de la vida cotidiana por un tiempo. Carlos finalmente puede ser coronado. Sus esperanzas de mandar se agotaron. Mami aguantó más allá de lo contado y encima había decidido no dejar el trono hasta que el más allá viniera a buscarla. Pero, finalmente, Carlos y Camilla consiguen poner en el trono al simpatía que lleva más de medio siglo peleando contra todos. El destino los ayudó. Las muertes del coronel Bowles y Diana allanaron el camino para ellos. Camilla es la reina de la paciencia. Su bella durmiente, dormida más que bella, atravesó con su deseo somnoliento las puertas de la pasión con la que nadie y todos luchan. Pero nunca se dieron por vencidos, incluso si la reina, la opinión pública y sus respectivas familias estaban avergonzadas. El resultado da un brillo correcto a los mejones clandestinos y aprecia el simpatía de los desanimados, que está hecho de inflexibilidad y paciencia. ¿Qué diría el mundo si en oficio de dos hombres poco atractivos como Camila y Carlos, fuera una pareja con encanto y estilo? Pero la verdad es diferente. Se comportó, con razón, como un príncipe interesado y cobarde que celebra un enlace fingido para no perder el palacio ni la coronación ni las dietas. Su aparatoso desfile de carrozas con Lady Di enseña que la monarquía se come los bienes especiales diseñados para demostrar que lo que se ve no es lo que es. En ese mundo, donde las cosas son irreales y apariencias, esta infidelidad intensa y duradera nos recuerda que el simpatía es lo único que puede desafiar el destino de esta vida programada desde la infancia.
Aquí además tenemos una pareja existente que se casó muy emocionada y un trío improvisado que ha estado funcionando
Tienen todo en su contra. Camilla no es ni sexy ni soltera. Y debe enfrentarse, desde esa desventaja, a los fantasmas de más detención perfil: lucha contra Lady Di, contra Isabel II y contra las sombras de medio mundo. Camila es menos imberbe, más usada, más arrugada y más infiel que la titular. Y está casada con el bueno de Parker Bowles, un cornudo educado y simpático que sueña con ser swinger y se despierta en medio de un miserable trío. El amor comenzó hace más de medio siglo y los obligó a habitar una doble vida que creció entre el rechazo y la pérdida del poder cuando dejaron de ser clandestinos y se casaron. Camilla, como la mayoría de la concurrencia, parecía más acertado como amigo que como amigo. El reservado novio tiene el encanto que le ha faltado a su nuevo marido. La persistencia es la bandera inquebrantable de este asunto. Siempre estuvieron juntos, sin aliados ni carisma. Hace cincuenta y tres abriles se juraron simpatía sempiterno y lo cumplieron. Dejaron un marido, una viuda, una reina, una tradición y un escándalo. Su unión no requería hijos ni bendiciones. Esta pareja enfrentada se ajusta a un formato de simpatía extramuros, en secreto y malo, que se alimenta de su propio dolor. Hoy Carlos, un emperador de cepa garzo y riquezas de todos los colores, ya no es una maravilla en Buckingham: alcanza el trono más codiciado con la mujer más amada. Los incrédulos nunca han llegado tan allá.
Los románticos deberían apreciar el extenso y accidentado alucinación de este anodino y subestimado antihéroe.
Los románticos deben apreciar el caos creciente de este antihéroe suave y subestimado, cuya única armamento es su indestructible deslealtad. Su historia, llena de secretos y mal recibida, tuvo que sortear formidables obstáculos durante medio siglo. Con Diana viva y con los niños de por medio, esta relación clandestina confirma la sana supervivencia del trío, un difícil esquema amoroso que suele desencadenar tormentas pero que, proporcionadamente tramitado, como se ha gastado, ofrece una alternativa ganadora a más de una. no decidido todavía.
Aquí, salvando distancias, además tenemos a una pareja existente que se casa con mucha ilusión. Y hasta una Lady Di que casi muere por un desnivel fuera del software. Alberto hace renunciar a Bowles sin retener que su amigo Massa quiere conquistarlo a él y al castillo. Trío de emergencia en el trabajo. Queda por ver quién luchará por el trono el próximo año.
https://www.eldia.com/nota/2022-9-18-3-35-21-ocurrencias-los-infieles-mas-coronados-del-mundo-informacion-general