Pero en esta era de raperos capaces de acumular 20 millones de visitas en una sola canción con poco esfuerzo, ¿hay alguno por ahí que aún recuerde cuál era? El sitio de Bernstein en la vida cultural estadounidenseparágrafo del hecho de que una de las caras más populares de Hollywood ahora lo está interpretando?
El nuncio del “músico total”
Leonard Bernstein (Estados Unidos, 1918-1990) encarnó la misma música con una ánimo contagiosa. Era el músico total, aparente a la tonta especialización que se impondría abriles posteriormente. «Me gusta todo de la música, por eso en mi pasaporte solo pongo la palabra ‘músico’dijo en una ocasión.
Pibe prodigio, o al menos superdotado, su gusto quedó sellada a una audiencia temprana séptima sinfonía por Beethoven, lo que algún exégeta llamó la “Alabanza de la danza”. De ahí, quizás, Bernstein derivó su espectacular sentido rítmico, ese impulso complacido, pura celebración de la vida, que tan correctamente expresan todas sus creaciones.
Cuando tocaba el piano o, sobre todo, dirigía, cuando descifraba sus más ocultos enigmas con un lengua accesible a cualquiera a través de la televisión en aquellos programas educativos pioneros con los que atrajo a millones de espectadores tempranos, cuando creaba sus propias composiciones, cuando grababa por primera vez un repertorio casi impenetrable, los sonidos cobraban vida con extraordinaria elocuencia. Sudo notas.
Conductor y compositor Leonard Bernstein en concierto en la plazo de 1960
pocos habian escuchado Mahler hasta que Bernstein empezó a imponerlo en sus programas de conciertos y a esculpir la totalidad de sus sinfonías (sus versiones de las Tercero y el Sexto). Y aún menos se sabía de sus compatriotas. Virgil Thompson, Samuel Barber, Walter Piston o Charles Ivesa quien favoreció desde su posición privilegiada, como la gran figura musical de su país al frente de la Filarmónica de Nueva York o triunfando con sus propias creaciones en Hollywood y Broadway (En la Ciudad, La Ley del Silencio, West Side Story), para dar a conocer su trabajo.
Hijo de inmigrantes judíos de Rusia al nuevo mundo, Bernstein recibió una esmerada educación en templos del entender como Harvard y el impulso de algunos de los más grandes hombres de la música de su época, europeos incluso emigrados, como los directores Fritz Reiner, en el Instituto Curtis. ; Serge Koussevitsky en Tanglewood o Dmitri Mitropoulos en la Filarmónica de Nueva York, quienes no sólo supieron valorar su talento sino que incluso le brindaron las oportunidades que le permitieron desarrollarlo a staff excepcionales.
Retrato de la era de la ansiedad
No por casualidad, Bernstein utilizó una de las obras esenciales del poeta WH Auden, el tiempo de la ansiedadcomo inspiración para tu segunda sinfonía. Esa energía desbordante, la pasión apremiante que transmitían sus interpretaciones (y que luego fueron mal copiadas por algunos directores acróbatas, imitadores en la forma pero no en el fondo) no le impidieron plasmar con extraordinaria clarividencia en su propia obra actitudes y opiniones personales. los males de tu tiempo: el desánimo, la crisis espiritual, los miedos y las contradicciones de una sociedad compleja que él mismo arrastraba como hermafrodita.
Casado con una mujer fascinante, la actriz chilena Felicia Montealegre, contiguo a una de las parejas con más hechizo de Nueva York, incluso ha tenido numerosas relaciones intermitentes con varios de sus colaboradores masculinos en lugares como España, refugiándose en ocasiones en las Islas Canarias para sus aventuras. En su magnífica semblanza del condición (Leonard BernsteinPhaidon, 1998), Paul Myers incluso afirma que fue “más fiel a la Filarmónica de Nueva York (con quien tuvo una intensa relación durante la anciano parte de su vida) que a su esposa”.
El tolerante Bernstein era un jovial correctamente informado que a menudo se puso del costado de causas menos populares, como cuando organizó una fiesta en su casa del Upper East Side para el líder de la Panteras Negras, entrevista que luego fue recreado por otro de los invitados a este evento social, el célebre escritor tom wolfey le costó muchas críticas por dar cobijo a miembros de lo que se consideraba un camarilla terrorista.
Robusto oponente del macartismo y lo que significó su “búsqueda de brujas”, a diferencia de la refriega de Vietnam y cualquier régimen que cercenara las libertades, encontrando Fidelio entre sus principales óperas, fue el invitado natural para dirigir la célebre Concierto de reunificación tras la caída del pared en Berlín. El testificación aguafuerte de esta lección del Noveno de Beethoven con una banda creada a propósito por músicos de diversa procedencia y el cambio de la palabra Freude (Alegría) por Freiheit (Sencillez), sugerida por el propio Bernstein para la Tributo Schiller, será para siempre una de las interpretaciones más intensas de este pináculo de la creación artística por la autoridad que emana del director, cierto humanista y uno de los músicos fundamentales del convulso siglo XX, aquí mismo erigido en mensajero de los más nobles aspiraciones humanas.
Carey Mulligan y Bradley Cooper en fotograma de la ajuste de Netflix de la vida de Leonard Bernstein
Tendremos que esperar que Bradley Cooper y Netflix sepan cómo hacerle neutralidad. Al menos ya parece digno de todos los elogios que la popular plataforma se centra en una figura destacada de la civilización estadounidense, y que este visaje va acompañado de la osadía de utilizar a uno de los principales actores actuales para incorporarlo. Seguro que muchos pican, aunque sea por curiosidad o por inclinación incondicional a su ídolo, el protagonista de nació una hado ningún Resaca en Las Vegas. Todo se reduce.
https://www.eldebate.com/civilización/20220805/bradley-cooper-medira-genio-leonard-bernstein-produccion-netflix.html