“Ocho días y no pasa cero. Tu hijo lo necesita y yo igualmente”, dijo Elizabeth Otavalo, religiosa de María Confusión Bernal, al iniciar este fin de semana la búsqueda de su hija en compañía de su clan y amigos, en las faldas de San Antonio de Pichincha, unos kilómetros de la Comisaría Escolar, al finalidad de Exento.
Este domingo 18 de septiembre, Elizabeth Otavalo acudió al cerro Pucará, en San Antonio de Pichincha. En este zona, los comuneros vieron en la tinieblas del domingo 11 de septiembre, día de su desaparición, “un transporte que circulaba por aquí desde las ocho de la tinieblas hasta las nueve y media. Los miembros de la comunidad han llamado para organizarse y nos van a ayudar”, dijo la religiosa del fresco abogado.
Escucharon la asalto y no la ayudaron
Elizabeth Otavalo reveló que miembros de la policía observaron muestras de muerte en el colchón de la habitación de Germán C. el domingo 11 de septiembre. Los agentes llegaron al cuarto firme de los dormitorios de la Escuela de Policía de Pusuquí.
Incluso se encontraron rastros de muerte en el transporte de su hija María Confusión Bernal; Este transporte era conducido por el cónyuge de la desaparecida, el teniente Germán C., instructor de la Escuela de Policía, cuando salía de ese centro de formación el 11-S. Sin requisa, los uniformados de la puerta no confirmaron si el fresco abogado había sido trasladado o no.
Elizabeth Otavalo confirmó que varias personas de la Escuela de Policía escucharon a su hija pedir ayuda la mañana del domingo desde la recámara del teniente Germán C.
“Como ser humano, si determinado te hace daño, por intuición, por impulso, por el instinto global de un ser humano, un ser humano bueno y sublime, lo ayudo. Ayudamos a un animal, ¿por qué no a mi hija? ¿Qué sucedió? ¿Dónde está?, se preguntó Elizabeth.
“No voy a descansar, mamá, aquí estoy”, confirmó la mamá de María Confusión Bernal. “Como siempre, de la mano estaremos juntos. Te amo mi aprecio”.
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Elizabeth Otavalo sale en busca de su hija María Belén Bernal: ‘No descansaré mamita, aquí estoy’
