El revoloteo impracticable de ‘Firefly’

Protagonistas de ‘Luciérnaga’. / SB

La serie de ciencia ficción, con al punto que catorce capítulos, debutó hace vigésimo abriles y ahora se ha convertido en un objeto de culto.

Daniel Roldán

No es natural que una serie se estrene en su segundo capítulo. Siquiera es habitual que el creador de esta serie de catorce capítulos tenga la oportunidad de escribir y dirigir una película basada en esta obra cancelada que se ha convertido en objeto de culto a lo grande de los abriles. Hasta el punto de que, de vez en cuando, surge la idea de reunir al nómina de ‘Firefly’ para resucitar esta serie de ciencia ficción cuyo apertura cumple este mes vigésimo abriles.

‘Firefly’ fue una reto de Joss Whedon tras el éxito obtenido con ‘Buffy the Vampire Slayer’ y durante el explicación de ‘Angel’, el ‘spin off’ protagonizado por David Boreanaz. La dependencia Fox aceptó porque la trama del software encajaba. Rodeando del año 2500, los humanos tomaron posesión de innumerables planetas, pero su explicación no es el mismo. La tecnología no llega a los lugares más lejanos, mientras que los planetas centrales dominados por China y Estados Unidos (la Alianza) disfrutan de todos los avances. En el resto de los lugares habitados se ha desarrollado una sociedad muy similar al Distante Oeste del siglo XIX.

En circunstancia de vagones, hay naves espaciales y en circunstancia de indios, están los ‘reavers’, unos humanos enloquecidos que se dedican a invadir naves espaciales como hacían los nativos americanos en las clásicas películas del oeste. No faltan los rebeldes, los perdedores de una desavenencia que vagan por el espacio para ganarse la vida. Entre estos forajidos se encuentran el Capitán Mal Reynolds (interpretado por Nathan Fillon) y Zoe Washburne (Gina Torres), su segundo a lado del Serenity, un barco de clase ‘luciérnaga’.

Tu objetivo es la supervivencia a través del contrabando, robo, transporte de objetos o personas entre diferentes satélites y planetas. Cualquier negocio turbio que les permita comportarse sin las cadenas de la Alianza. Completan el improbable equipo el piloto Hoban ‘Wash’ Washburne (Alan Tudyk), un mesnadero (Jeyne Cobb, interpretado por Adam Baldwin), una puta citación Inara Serra (Morena Baccarin) y el mecánico Keylee Frye (Jewel Staite). ‘Firefly’ tenía todos los ingredientes necesarios para complacer tanto a la emisora ​​como al sabido.

Por otro flanco, lo que vio no funcionó para Fox y decidió comenzar la serie con el segundo capítulo en septiembre de 2002. El primero, el piloto, salió al ventilación a centro de temporada. El sabido siquiera siguió a ‘Firefly’. Sólo reunió a unos cinco millones de espectadores frente al televisor, un número muy bueno ahora, pero muy insuficiente hace dos décadas. Los datos no mejoraron a pesar de los diálogos fantásticos, su sentido del humor, la sincronización entre actividad y drama y que cada capítulo era una aventura diferente. Puro espacio occidental. La dependencia ha decidido terminar definitivamente con el plan Whedon.

Boca a boca

Los fanáticos de la serie no admitieron esta anulación. Los ‘brown coats’ (abrigos marrones, para el atuendo del capitán) se organizaron para exigir el regreso de la serie. Fracasaron en su intento, pero a cambio lograron editar la serie en DVD. El aberración ‘Firefly’ se ha extendido por todo el mundo, ya que su impacto se ha condicionado a la audiencia estadounidense. El boca a boca entre los fans de la ciencia ficción funcionó y la caja de catorce capítulos consiguió unas ventas insospechadas. Este éxito le valió a Whedon la oportunidad de dirigir su primer largometraje con el mismo nómina que la serie. ‘Serenity’, que se estrenó en Sitges, no convenció a casi nadie.

La película, curiosamente, se estrenó en más lugares que la serie innovador. En España, por ejemplo, ‘Firefly’ no se podía ver de forma legítimo hasta que Netflix la añadió a su catálogo en 2016. De momento, no se puede ver en ninguna plataforma de streaming que opera aquí; en Netflix en Estados Unidos, sus datos no son malos, pero los responsables de la coloso roja ya han dicho que no producirán una continuación de la serie.

Y eso que los aficionados han soñado en varias ocasiones con su regreso. Vieron una posibilidad cuando una película que continuaba con ‘Veronica Mars’ hace más de una decenio podría estrenarse a través de suscripción popular. Pero ahora con Fillon en ‘The Rookie’, Baccarin en ‘The Endgame’ y Whedon en proyectos como ‘The Nevers’ o la nueva interpretación de ‘Buffy’, es casi impracticable. O tal vez no.

https://www.lasprovincias.es/pantallas/series/vuelo-imposible-firefly-20220918181226-ntrc.html

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