Tendré que batallar con este problema. Laxman Narasimhan (Pune, India, 1967), su nuevo director militar. Con eso y con la difícil situación que atraviesa China, con sus franquicias en arduo peligro por la estricta política cero covid que rige en el gigantesco amarillo. Sin mencionar la privación de reinventarse para la esclavitud de café más noble del mundo en presencia de el cambio de hábitos de consumo y el aumento de la competencia.
Comenzará a trabajar en octubre y dice sentirse muy honrado por la tarea que se le ha encomendado. Narasimhan viene a unirse a la Relación creciente de ejecutivos indio-estadounidenses en la cima de las principales multinacionales de EE. UU.. Como Sundar Pichai, CEO de Alphabet; Satya Nadella, su colega en Microsoft; o Parag Agrawal, el primer ejecutor de Twitter, por citar solo algunos ejemplos y no molestar. Todos ellos nacieron en la India. Un día, todos empacaron sus maletas rumbo a Estados Unidos para conquistar un futuro mejor luego de completar su primera carrera universitaria en su país. Y todos ellos todavía se graduaron de alguna universidad norteamericana. En nuestro caso, Ingeniería en la Universidad de Pune, Industria en Estudios Alemanes e Internacionales en Instituto Lauder de la Universidad de Pensilvania y otro en finanzas de Wharton School, todavía de la Universidad de Pensilvania.