Valverde e Iraola jugaron el mismo deporte, fútbol extenso, de toque, con pases certeros y transiciones rápidas, alegre, atrevido, robusto, fútbol espectacular
Vimos un gran partido en San Mamés. Por parte del Deportivo, sobre todo en la primera parte, delante un Exhalación Vallecano que se adueñó del balón y provocó el miedo en la segunda. Así que hubo diversión e incertidumbre con un final atinado. Preceptor y discípulo, Valverde e Iraola, jugaron un mismo deporte, fútbol extenso, de toque, con pases certeros y transiciones rápidas, fútbol alegre, atrevido, robusto, espectacular.
Hubo cinco goles legales y tres más anulados por fuera de deporte milimétrico. Fue un espectáculo tan tembloroso que incluso Mateu La Hoz (a los árbitros les debe pirrarse el fútbol aunque no esté científicamente probado) decidió no estorbar.
El resultado puede ser como uno de esos elefantes de antiguamente, pero quizás conviene pensar en cómo llegó la triunfo a partir de ciertos detalles tácticos y técnicos. El gol de Iñaki es fruto de una gran pérdida de grabador, pero sobre todo de un excelente primer control que le pone en preeminencia. En casa de Nico, otro pase holgado con destino a antes encuentra al nuevo internacional corriendo por el pasillo entre los defensas por lo que tiene un control consumado del balón en el momento en que se va el guardameta. El detalle significativo del gol de Sancet fue su incorporación desde antes, de forma que sorprendió tanto a la defensa como al guardameta.
El Exhalación jugó un fútbol de primera, pero sus goles estuvieron precedidos de errores garrafales de Íñigo Martínez. En el primero se enreda en el balón y lo pierde, y en el segundo no despierta para marcar Radomel Falcão, que se le adelanta con inteligencia y marca con diplomacia. No se negociación de despellejar a un tahúr tan importante para el equipo, pero siquiera debemos fingir que no lo vimos. Quizás todavía no está en su mejor momento, o quizás la fluctuante situación precontractual le está pasando ejecución, pero parecía desenfocado y distante. Junto a mencionar que cuando la límite defensiva fue la mejor la temporada pasada, el equipo encajó cuatro goles fruto de errores sucesivos de Yeray, Vivian e Íñigo Martínez. Siquiera Unai Simón estuvo perfectamente en el gol anulado, que se fue por el tabla del guardameta. Estoy seguro de que están esperando que les hable de los hermanos Williams.
Hicieron un gran partido. Confirmaron, y espero que se hayan convencido primero, que pueden ser letales al contraataque con espacio delante equipos abiertos. Muniain siempre los ha conocido y los está buscando. Ahora todavía García y Yeray, en cuya cuenta de aciertos son más abundantes los pases largos y certeros. Nico hizo todo perfectamente. Su convocatoria a la selección le hizo observar divino. Allá de observar la presión, parece más flojo con cada partido. Berenguer no estuvo tan brillante como en partidos anteriores, pero dio una gran cooperación a Sancet. El deporte en su conjunto fue antológico. Lo tenía todo, era un toma y daca incansable, pero todavía jugaba con mucha clase, con valentía y con rachas largas de buenos pases y tiros a puerta. Un partido increíble.
Temas
Alejandro Valverde, Andoni Iraola, Ernesto Valverde, Nicolás Almagro, Unai Simón, Yeray Álvarez, Athletic, Exhalación Vallecano, La Vencimiento, San Mamés, Valverde, Champions League, Derbi Auténtico – Athletic, Fútbol Mujeril, Osasuna, Primera División, Segunda División, Segunda División B, Tercera División (ProLiga), fútbol, fútbol sala
https://athletic.elcorreo.com/futbol-bueno-mames-20220918124619-nt.html