En 1992 se celebraron en Barcelona los primeros (y únicos) Juegos Olímpicos celebrados en España. fue el año que más medallas olímpicas Nuestros atletas se colgaron -22 en concreto-, uno de los cuales fue la inesperada Plata de la selección española de waterpolo. Esta correr les valió a los jugadores una película, 42 segundos, que acaba de abrir este 2022 de la mano de los directores Dani de la Orden y Alex Murrull.
En este Fact Fiction analizamos qué es existencia y qué es ficción en esta película.
Manel Estiarte y Pedro García Aguado (Toto), los protagonistas de 42 segundos
La película pone en el centro de la influencia a dos integrantes de la selección española de waterpolo que disputó los Juegos Olímpicos de 1992: Manel Estiarte y Pedro García Aguado (conocido como Toto), interpretado por Álvaro Cervantes y Jaime Lorente, respectivamente. Estiarte, como muestra la película, era el capitán, mientras que Toto llegaba desde Madrid con un agrupación de jugadores de la renta para complementar el equipo, formado casi en su totalidad por waterpolistas catalanes.
Otro de los grandes protagonistas de la película es el monitor, el croata Dragan Matutinovic (Tarik Filipović), aunque el momento en el que el monitor llega al equipo se modifica levemente. Si proporcionadamente en la película Matutinovic es contratado en 1991 luego de que la Vivo Convenio de Flotación despidiera al antecedente monitor, la existencia es que el croata llegó a España en 1990 por la destitución de su antecesor, Toni Esteeller, quien, según explicó en esta entrevista en RTVE tomó su audacia por el cambio de presidente de la Convenio de Flotación.
Matutinovic siquiera estaba, como muestra 42 segundos, que introdujo en la selección española a jugadores del Madrid como Toto García. El propio Pedro García Aguado destacó en una entrevista con la vanguardia que fue Esteller quien lo puso en el equipo. “El éxito del equipo empieza a fraguarse con el compromiso de un agrupación de jóvenes añadidos al equipo, cuya estructura era catalana, indemne uno madrileño. Así lo hicieron Miguel Oliver, Mariano García, Toni Esteller, Cornel Marculescu… artífices del cambio al incluir al conjunto de madridistas en la selección“, el esta estresado.
Los jugadores siquiera formaban parte del equipo unos meses antiguamente de los Juegos Olímpicos, sino que varios abriles antiguamente. Toto García y el zaguero Jesús Rollán, por ejemplo, participaron en los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988.
La situación de la selección española en presencia de la presentación de Dragan Matutinovic
Al principio de la película se muestra a una selección española que acaba de perder un partido y que, en palabras de Matutinovic, “hacer el ridículo“En los Juegos Olímpicos. ¿Pero fue efectivamente así?
La existencia es que en los cuatro abriles anteriores a Barcelona ’92, la selección española de waterpolo había terminado sexta en los Juegos Olímpicos de Seúl ’88 y había hato la plata tanto en el Mundial de Perth como en la Eurocopa de Atenas, ambas disputadas en 1991. Adicionalmente, la selección sub-20 había hato los mundiales de 1987 y 1991. Asimismo, su capitán, Manel Estiarte, fue prestigioso mejor ludópata de waterpolo del mundo durante siete abriles consecutivos, entre 1986 y 1992.
Los duros entrenamientos del técnico croata
Un monton de 42 segundos Ocurre durante el tiempo que los jugadores de la selección pasan en Andorra preparándose con Matutinovic, quien, según cuenta la película, les hizo entrenar hasta que alguno se desmaye (y, como consecuencia, fue enviado a casa).
En una entrevista de 2018 en As diarioEl monitor reconoció que los preparativos fueron difíciles. “Era necesario. Ellos Venían de un entrenamiento de dos horas y conmigo hicieron ocho”, subrayó el técnico, quien dijo que, aunque no se le ve en la película, todavía “descansaron”. “Los miércoles solo jugábamos al fútbol, poco más divertido”, dice Matutinovic, quien garantiza que hizo esta exigencia “para cobrar fuerza física y, sobre todo, mental”, frase que su personaje repite varias veces en 42 segundos.
La historia de su experiencia cuando llegó por primera vez a una habilidad del equipo doméstico todavía coincide con la película. “Me encontré con un agrupación indisciplinado, con mucha muchedumbre pollo”, dice el técnico, que destaca que “había mucha competencia” y que “entrenaban por diversión”.
Sobre las formaciones, aseguró García Aguado en una entrevista con RAC1 que “fue un sistema de aniquilación que siguió La ley del más robusto de Darwin”, y señaló que con Matutinovic tenían “una relación de amor-odio” porque los “humillaba”, aunque eran “capaces de cualquier cosa por cobrar”.
en el documental agua, báratro, bóveda celeste Puede ver imágenes de sesiones de entrenamiento, donde los jugadores tenían que hacerlo, como se ve en 42 segundosascender una montaña, nadar 9 o 10 kilómetros y terminar levantando mancuerna en un recinto (el Practico cortar árboles con hachassin incautación, no fue con Matutinovic, sino con Mariano García en Madrid, según cuenta García Aguado en esta entrevista con VozPópuli). “Fue un báratro”, dicen los jugadores en el documental.
Pedro García Aguado: la drogadicción
Detrás de la propia trama del equipo – cobrar los Juegos Olímpicos – hay un segundo conflicto subyacente en la película: el drogadicción de uno de los mejores jugadores de la selección, Pedro García Aguado, conocido especialmente por los más jóvenes por poseer presentado el software de televisión hermano veterano.
Esta experiencia fue existente y, de hecho, el exjugador de waterpolo lo ha contado en numerosas ocasiones. En esta entrevista con TV3García Aguado confesó que ya había usando cocaina dos abriles cuando se celebraron los Juegos de Barcelona. El ludópata todavía explica que, unas semanas antiguamente de los Juegos Olímpicos, fue apartado de la selección durante una semana para que pudiera “levantar” y poder disputar los partidos sin peligro de dar positivo en los controles antidopaje.
De hecho, García Aguado nunca dio positivo en un control, a su prudencia porque en su deporte había “pocos controles”, como afirma en esta entrevista con anote. “Sabíamos que había uno al final del campeonato y otro en la final de la Copa del Rey. Así que estaba consumiendo cocaína y sabía que en cuatro o cinco días se acabaría. bebió mucha agua y filtrada”, dice.
Una final de infarto: el partido de tres en la prórroga
la última espectáculo de 42 segundos Corresponde a la final de los Juegos Olímpicos de Barcelona’92, que España acabó perdiendo en presencia de Italia tras tres prórrogas y por un solo gol de diferencia.
Aunque el resultado del partido ficticio coincide con la existencia, hay algunos puntos que pasan desapercibidos en la narración de la final de la película, como la expulsión de un ludópata italiano o la pelea entre los entrenadores.
Por el contrario, la historia coincide con la rotura de la gorro de un ludópata italiano cuando España ejecutaba un ataque en el cuarto tiempo, el igualada en el posterior cuarto y el tramo de penalti que puso a España por delante de Italia. Sin incautación, España no se llevó el oro (esto no puede considerarse spoilers), medalla que, sin incautación, logró colgarse cuatro abriles luego, en los Juegos de Atlanta, en 1996.
Fuentes
Final de Waterpolo Barcelona 1992
Entrevistas a Pedro García Aguado en Jot Down, TV3, La Vanguardia y VozPópuli
Documental Agua, Báratro, Firmamento
Entrevista a Manel Estiarte y Pedro García Aguado en Rac1
Memorias de la Vivo Convenio de Flotación, 1988
Entrevista a Toni Esteller en RTVE