2022 se convirtió en un punto de inflexión para el negocio de transmisión se refiere.
La presión que Wall Street ejerce sobre las empresas que se dedican a esta actividad, exigiendo finanzas más sanas y beneficios reales, está impulsando un cambio profundo de maniquí que ha acelerado la estallido distribución bajo demanda: suscripción.
La de Netflix está siendo la transformación más evidente. La información de que la compañía de Los Gatos tiene previsto dejar de emitir todos los capítulos de su serie en monolito (al menos de forma indiscriminada) se ha extendido como la pólvora en los últimos días. Todo parece indicar que se tráfico de un rumor, pero si se analiza con detenimiento el decorado coetáneo, quizás deba considerarse.
La sostenibilidad del maniquí de negocios de Netflix ha estado en el centro de atención durante mucho tiempo. Es la compañía más veterana y la que apostó por el maniquí que más disrupción causaría en el audiovisual de los últimos abriles: un SVOD (sin anuncios, sin recargos y prácticamente sin límites de consumo) en el que uno de los pilares sería el riguroso estreno flamante. contenido.
Pero las cosas han cambiado mucho en los últimos meses. El bofetón de reality que recibieron tras la pandemia los obligó a hacer uno de los cambios más radicales en sus 15 abriles de carrera digital. Frenaron la inversión en la producción flamante (tras abriles de aumento progresivo), anunciaron el impulso de una lectura más económica con publicidad (que activa y pasivamente declararon que no les interesaba) y están probando para circunscribir el uso de compartidos. cuentas (racionalizando uno de los mantras más sagrados de la compañía: el cliente es lo primero y hay que darle lo que quiere).
En la última semana, varios titulares aseguraban que Netflix podría preparar otra medida insólita, que atacaría otra de sus principales líneas de agua: la maratón. El origen del rumor parece estar en un artículo de Matthew Belloni en disco en el que un analista de la consultora Moffet Nathanson aseguraba que Netflix a medio plazo tendría que dejar de emitir todos los capítulos de una serie a la vez y optar por la entrega semanal.
NETFLIX, el titán del streaming | GUERRA DE TRANSMISIÓN
A estas directiva es muy difícil imaginar Netflix sin una de las principales señas de identidad: la manducar y derrochar. El enfoque y la intensidad de visualización que impulsa el maratón, especialmente para una plataforma con una colchoneta de clientes entero de más de 200 millones, es lo que ha permitido que muchas de sus series se conviertan en fenómenos culturales globales.
Pero parágrafo de que todo el mundo acento de series de Netflix, descansar el consumo en el maniquí maratoniano no tiene mucho sentido desde el punto de presencia financiero. De hecho, resultó ser insostenible.
Netflix defendió el estreno en monolito como parte de su filosofía de darle al espectador lo que quiere. Pero todo tiene sus límites. Como dice Mathew Belloni, “A los clientes les puede degustar poder ver cada episodio de una serie exitosa, pero igualmente les gustaría que el servicio costara un dólar y viniera con helado de dulce de nata, pero no es un negocio sostenible.
Dejar que el cliente decida cuántos episodios quiere ver y cómo quiere verlos es una logística con un objetivo claro: aumentar el número de horas de visualización para someter las posibilidades de que el cliente cancele la suscripción. Al fin y al sitio, el servicio menos utilizado es el que tiene más papeletas por rescindir. Pero esa premisa, que parecía una verdad ineludible en el momento en que iban creciendo cada trimestre, empezó a estar golpeada por la pérdida de suscriptores.
Es sorprendente lo terco que siempre ha sido Netflix con el maniquí de impulso en monolito. El resto de plataformas han optado por estrictas entregas semanales o fórmulas híbridas, serializando las producciones destino, con la esperanza de que ello se traduzca en más meses de suscripción al servicio.
Este maniquí, sin secuestro, igualmente tiene sus inconvenientes. La paciencia del espectador cada vez es último y si un software no convence, es mucho más comprensible desvincularse. Por otra parte, en muchos casos, la serialización semanal solo retrasa el consumo. Muchos esperan que todos los capítulos estén disponibles para verlos a su propio ritmo. Y en estos casos, la plataforma pierde poco muy valioso: la conversación semanal.
La lectura con publicidad que ultima Netflix para fin de año es otro argumento que puede animar a la compañía a optar por la entrega semanal con determinados estrenos. A los anunciantes les gusta más esta fórmula porque “pueden planificar y publicitar mejor cuando tienen una campaña, sin estar atados al fin de semana de transigencia que decide la plataforma”, dice Tanya Zvonking, vicepresidenta sénior de inversión doméstico en video de Canvas Worldwide.
Para muchos analistas, la fórmula de pandeo primero que siguió Netflix con series como el robo de fortuna, ozarks ningún cosas raras Es la confirmación definitiva de que están buscando alternativas para prolongar la vida comercial de sus producciones, especialmente las más caras.
Si finalmente deciden rasgar la fórmula de estreno semana a semana, Netflix estaría abriendo otra caja de Pandora. Derribada una nueva barrera psicológica, ausencia impediría medidas más agresivas, desde extender la exclusividad de la vitrina cinematográfica con algunos estrenos (como ya ha anunciado con títulos como White Noise y Bardo) o incluso concluir a terceros sus originales más antiguos.
Time convenció a Reed Hastings de que propalar una lectura del servicio con publicidad era una privación. ¿Serás capaz de convencerle de que no considere los estrenos como fuegos artificiales y que apueste por fórmulas más cercanas a una bombilla de bajo consumo?
https://www.businessinsider.es/netflix-buena-idea-dejar-estrenar-series-bloque-1125829