Cinco razones para ver Pasaje al paraíso, la nueva película de Julia Roberts y George Clooney
La presencia de sus protagonistas. La química entre Julia Roberts y George Clooney es innegable Posteriormente de entrevistarlos hace unas semanas y ver lo proporcionadamente que se llevan o ver algunas imágenes detrás de imagen en secante, sabemos que el bullicio en el set de la película era el mejor cuando este dúo se juntaba para interpretar sus escenas. .
Lo verdaderamente interesante es que si proporcionadamente ni la historia ni sus personajes requieren que demuestren la amplia trayectoria que tienen como actores, cada uno hace su trabajo con precisión quirúrgica. Aprovechan cada momento para proyectar la ciudadanía con la que se comportan frente a la cámara tras décadas dedicándose a la profesión de actor. Allí están los momento valentísimo de george clooney y la legendaria sonrisa de Julia Robertsasí como las sutilezas que cada uno inyecta en sus personajes para hacerlos distinguir vivos y que creamos la historia pasada que compartieron, aun cuando solo den detalles de ella.
La dirección del añoso Parker. La sencillez del grímpola. boleto al paraiso fue un armamento de doble filo ya que, al final, la película podría haberse convertido en una comedia romántica llena de clichés y estereotipos, bromas de comedia física y un final totalmente predecible… ¡y vaya, todos esos utensilios están presentes! Solo piensa que el director estaba a cargo de la película. ¡Raíz del firmamento! aquí vamos de nuevosecuela de la película innovador protagonizada meryl streep y con la musica de ABBA.
Sin incautación, el cineasta supo dosificar el relato y la energía de sus actores para convertir la película en un alucinación placentero de principio a fin, en el que la historia de sexo de los protagonistas jóvenes sale sobrando, porque no es a ellos a quienes vamos A ver.
Eso sí, la película está libertado de sorpresas, pero llena de talento y oportunidades para que cada miembro del equipo lo demuestre, adicionalmente de un detención nivel de producción, que nos hace olvidar que todo es demasiado valentísimo, tanto que el pelo de Julia Roberts siempre se queda en su sitio, independientemente de la humedad y el calor que -obviamente- hubo durante el rodaje.