Ocurrió hace 127 primaveras, pero aún puedes verlo porque se grabó en 46 segundos. Es una toma caudillo: los trabajadores de la taller de Monplaisir salen tranquilamente del hangar de la taller a posteriori de un día de trabajo. Algunos van a la derecha y otros van a la izquierda. Algunos hablan entre ellos. De repente, sale un hombre que parece estar jugando con un perro. Luego algunos salen con sus bicicletas y, finalmente, se presiente que el posterior va a cerrar sus puertas. Parece poco, pero esos 46 segundos son el Big Bang del cine. El cortometraje con el que todo empezó parece un documental, pero desde el principio carencia es lo que parece en el cine. La ámbito fue dirigida por los hermanos Lumière: nadie mira a cámara y todos van perfectamente vestidos.
Los estudiosos datan el día de la reproducción el 26 de mayo de 1895 correcto a las sombras que se pueden ver, pero lo que hace que este cortometraje sea importante es que se proyectó en el Salon Indien du Grand Café de París, un sótano en el Boulevard des Capucines. cerca de la Place de l’Opéra el 28 de diciembre de 1895, yuxtapuesto con otras nueve piezas. Esta fue la primera proyección pública de una película en la historia.
El primer ambiente cinematográfico se mantiene actualizado en Lyon. Para encontrarlo más fácilmente, la calle se llamó Rue du Premier Film. Hoy el hangar Es la sede del Institut Lumière, un original edificio que estuvo a punto de ser borrado por un esquema inmobiliario de principios de los 80, si no fuera por la iniciativa privada de cinéfilos franceses. Finalmente, se declaró yuxtapuesto a la casa de los Lumière (Museo de la Luz) como Monumento Histórico del Servicio de Civilización durante las celebraciones del Centenario del Cine en 1995. Hoy, en honor a los pioneros del cine, el hangar se utiliza como sala de proyección del Institut Lumière. Quienes se acerquen a visitarlo podrán identificar el antiguo techo de la taller sabido que se ve en el cortometraje: los cimientos y el techo de los orígenes del cine.