La tripulación de un barco completo se llevó el susto de sus vidas cuando un relámpago impactó a unos pocos pies sobre la superficie del agua.
La fuerza de la naturaleza es impredecible y aunque en esta ocasión no pasó mínimo, la poderosa descarga natural de electricidad estática pudo sobrevenir causado daños a las personas a borde del inflable en ese momento.
Jorge Campilongovecino de Teulada Morairano olvidará la tormenta eléctrica que se formó en el Gloria en cuestión de minutos, precisamente el día que él y un montón de personas salieron a hacer las prácticas para obtener la deshonestidad de navegación conocida como ‘título’
El capitán de la embarcación insistió ese día en la importancia de ir a puerto seguro cuando detectó que se avecinaba tormenta y allí estaban cuando cayó un chispa a sus espaldas. En ese momento Campilongo estaba al timón del barco y no dudó ni un momento en cederlo.
Gracias a Dios, todos regresaron a puerto sanos y salvos, eso sí, con una merecida deshonestidad de navegación.