Greta Fernández y Raúl Arévalo, pareja de movimiento

Mujer musculoso, mujer trabajadora y mujer inspiradora. Greta Fernández (Barcelona, ​​1995) forma parte de la nueva vivientes de actrices incansables que, con los pies en la tierra, desdogmatizan un oficio que se remonta a la antigua Grecia. No hay rivalidades, ni comparaciones entre compañeros de la misma profesión, cada uno traza su propio camino.

Tras ofrecer una de las mejores actuaciones de 2019 en La hija de un mangante y ganando la Concha de Plata a la mejor actriz, la barcelonesa tuvo que registrar conscientemente que su trabajo era una carrera de dispendioso itinerario y que ningún papel, por bueno que fuera, le daría un billete directo al estrellato. “Lo primero que debes ilustrarse es que ausencia te garantiza ausencia en esta profesión. Puedes trabajar con los más grandes y luego puede venir la ausencia absoluta y hay que memorizar torear con eso”, reflexiona cuando se le pregunta por esta maldición que acecha el gratitud temprano en la industria del cine.

Puedes trabajar con lo más amplio y luego puede venir la ausencia absoluta y tienes que torear con eso”.



greta fernandez

Greta Fernández sabe que parte desde una posición privilegiada. Hija del célebre actor Eduard Fernández, desde pequeña vivió las luces y sombras de un oficio que, cuando decidió seguir el camino de su padre, le costaría la irremediable ceremonial de ‘hija de’. “Soy muy consciente del privilegio que tengo, negarlo sería incongruencia. Probablemente gracias a eso tengo una mejor reputación. Pero seguro que no me pilló en ningún casting porque soy hija de mi padre. Él no tiene ese poder en el interior de la industria y siquiera lo querría”.

Ahora se encuentra inmerso en una nueva aventura en la que cambia por primera vez la gran pantalla por una más pequeña gracias al tesina Venerable, la primera serie de ficción española de Netflix rodada en Brasil y España. Allí interpreta a Susi, una adolescente e inexperta subinspectora de policía que está a cargo de Millán (Raúl Arévalo), un personaje que despierta en ella una gran culto y con el que acabará teniendo una lucha interna por hacer lo más sensato. Lo correcto. , el más encajado.

Greta Fernández y Raúl Arévalo interpretan a Susi y Millán en Santo

Greta Fernández y Raúl Arévalo

Cortesía de Netflix

“Ponerme en una energía para estar cara a cara con Raúl Arévalo fue lo más complicado, porque al principio había poco que me hacía pequeño. Tuve que trabajar en ello, porque de lo contrario me pondría en un personaje que no me interesaba interpretar. Ha sido un trabajo de aspecto”, reflexiona sobre la obligación de no caer en ese remoto tópico del policía adolescente al que hay que sacar del fuego.

En esta ocasión, Greta Fernández se sumerge de saciado en un papel que va más allá de los personajes más profundos y emotivos que ha interpretado a lo dispendioso de su carrera. “Quería hacer poco físico, más orientado a la movimiento, poco que pudiera mostrar un banda mío como actriz que nunca ayer se había conocido en la pantalla”.

Trabajar cara a cara con Raúl Arévalo fue lo más complicado de ‘Santo’”



greta fernandez

Fernández le puso un poco más de corazón al personaje de Susi para sacar su banda más emotivo e “ir más allá”. Históricamente, el papel de la mujer en el interior del cuerpo policial ha estado adherido a muchos tópicos y clichés, algunos que la intérprete evitó a toda costa. “Todavía hay demasiados estereotipos, demasiadas bromas que deben detenerse. Cuando me llegó el insignia de Susi pensé: ‘por ayuda, que no haya una historia de romance o de coqueteo con Arévalo detrás’; Lo hablé con el director y me dijo que no, que no iba por ahí. creo que no hay muchos temas en esta serie”.

Greta Fernández se llena de elogios cuando palabra de su coprotagonista, Raúl Arévalo. “Raúl es muy cercano y es muy ligera trabajar con él, es muy rico. Aprendí mucho, sobre todo en la preparación, había escenas o frases que me costaban más y siempre estaba dispuesto a ayudarme en todo”.

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La actriz Greta Fernández tras cobrar la Concha de Plata a la Mejor Actriz durante la gracia de clausura de la 67 publicación del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. EFE/Juan Herrero.

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Arévalo, por su parte, le devuelve los elogios. “La relación con Greta surgió de una guisa muy natural. Conocí a Greta por un día, de un ‘hola, qué tal’, y recién trabajé con Eduard Fernández, uno de mis actores favoritos de todos los tiempos, tres meses ayer de comenzar a filmar esta serie. Fue entonces cuando me dijo que su hija estaría en la misma serie en la que yo iba a estar. Descubrí que sería Susi y, entre las bromas de Eduard sobre ‘cuida a mi hija’, la relación con Greta se construyó de guisa inconsciente y muy ligera, encima de parecerme una actriz increíblemente maravillosa”.

Conocí a Greta de un ‘hola, cómo estás’; su padre, Eduard Fernández, es uno de mis actores favoritos”



Raúl Arévalo

La adolescencia de Greta Fernández, tan virtuosa para unos y tan desgraciada para otros, incluso fue objeto de debate. “Cuando eres adolescente, a veces es difícil aseverar lo que piensas, crees que no tienes mucho derecho a cuestionar una secuela para que no piensen que eres una diva. A menudo nos presionamos a nosotros mismos”.

Allá de achicarse, la adolescente catalana exploración dar el brinco fuera de España y, por primera vez, graba su primer tesina internacional bajo la dirección del germánico Tilman Singer. una pelicula de terror convocatoria cuco que va más allá del categoría con el que se asocia y en el que trabajó de la mano del protagonista de la serie entusiasmo, Hunter Schaffer. “Ha sido maravilloso. He trabajado con concurrencia que no conozco ya la que admiro mucho. Es muy importante admirarte a ti mismo cuando trabajas con un director, con un actor, con lo que sea. Espero que luego de eso vengan muchas otras cosas”.

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