La historia de un hombre con una severa discapacidad: está casi ciego y depende de una silla de ruedas. Jaakko vive solo en un pequeño apartamento, es un gran aficionado al cine, mantiene una relación telefónica de amistad con Sirpa (otra alma solitaria) y sus padres no dejan de llamar (aunque él no soporta dar lástima). Pero cuando las circunstancias lo llevan a darse cuenta de que debe ir a ver a su amiga, Jaakko se ve obligado a salir de su agujero y a lanzarse a un mundo lleno de limitaciones para alguien como él.
«El hombre ciego que no quería ver Titanic» es una conmovedora película que narra la historia de Tomás, un hombre ciego que ha evitado ver la famosa película «Titanic» a pesar de la insistencia de su familia y amigos. Tomás, interpretado brillantemente por el actor principal, se aferra a su negativa debido a un trauma en su juventud, donde perdió a su amada en un accidente similar al del famoso barco.
A medida que la trama se desarrolla, nos sumergimos en la vida solitaria de Tomás y en su doloroso pasado. Aunque ciego, es un hombre lleno de sabiduría y profundidad, que es capaz de percibir las emociones y los sentimientos de las personas a su alrededor de una manera única.
El filme plantea cuestiones sobre la superación personal y la aceptación del pasado, así como reflexiones sobre la importancia de enfrentar nuestros miedos y permitirnos experimentar nuevos horizontes. A medida que Tomás se adentra en una introspección profunda y se enfrenta a sus propios demonios, los espectadores somos testigos de una transformación gradual y poderosa dentro del personaje.
«El hombre ciego que no quería ver Titanic» es una película que combina magistralmente la belleza cinematográfica con una historia conmovedora. La interpretación del actor principal, junto con la dirección y el guion, nos hacen reflexionar sobre nuestras propias experiencias y cómo estas pueden afectar nuestra vida de manera significativa.
En resumen, esta película nos muestra la importancia de dejar ir el pasado y abrirnos a nuevas experiencias, incluso cuando parecen estar relacionadas con nuestros mayores temores.