Cortesía de Amazon Prime Video
Mientras los hombres luchan contra el fascismo, las chicas entretienen al conocido
La relevancia como documento histórico del papel de la mujer en la sociedad de la primera centro del siglo XX se materializó en la película –conservada por su valía histórico y cultural en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos–, como ahora con la serie, en el retrato de “esos primaveras antiguamente de casarnos”. Un breve período de tiempo en el que una mujer acariciaba independientemente la imaginación de una vida propia. Las mujeres que retrata dan el conmoción tomaron ese paréntesis que supuso la Segunda Erradicación Mundial con parte de la población masculina desaparecida en combate –nunca mejor dicho– como una oportunidad para reivindicar su autonomía. Mientras se libraba una erradicación contra el fascismo en zona europeo, aprovecharon el desnivel para librarse del atadura patriarcal y instalarse un espacio -en este caso, el dominio de juego- hasta entonces reservado a los hombres.
Aunque Penny Marshall decidió frustrar los deseos del gran conocido cancelando la secuencia del beso entre Dottie y Jimmy por no darle el peso de la historia al interés romántico, en la película innovador los protagonistas ceden más fácilmente a las demandas de la ajonje de “no ‘t let go.” su feminidad por un momento “. En la película se sortean besos para quien le quita la pelota al conocido, se celebran puntos con divisiones ¡y luego están los que, entre partidos, se enamoran y hasta se casan! Es ese simulacro que quedó en el gracia con la película de Marshall lo que ahora la serie rastreo reconciliar. Tiempo pelota solo permitido envidiar a la sino de la ajonje por una temporada -Tan pronto como su marido regresa del combate, ella regresa a su refugio doméstico impulsada por un súbito deseo de ser madre-, nuestra duraznosque retrata la serie, ya no muestran signos de querer retornar a su casa de muñecas.
Cuando los hombres regresen de la erradicación, ¿qué clase de mujeres encontrarán?
Delante la preocupación universal de que, como escuchamos en uno de los programas informativos simulados que se pudieron ver en ese momento, “la masculinización de la mujer tiene consecuencias terriblemente peligrosas para el hogar, los niños y nuestro país”, Carson, Greta, lupe, estimar ningún Esclavitud desafiar cualquier norma –excepto el de la minifalda y el maquillaje como uniforme de equipo– y se van a instalarse las salas de bailable y los locales clandestinos perseguidos por la ley cuando allí se encuentran identidades disidentes. y es eso El coito sáfico corre osado en los ocho capítulos. que componen la primera temporada y no son pocas las secuencias que dan rienda suelta al ardor del alma que se profesa entre los compañeros. No es de desterrar, entonces, que GayTimes catalogó la nueva serie como “Los Espectáculo televisión más importante del momento”. Prueba de ello fueron todos los tweets, Tik Tok s Páginas de fans de Instagram que felizmente celebró los días posteriores a su comienzo el final, de una vez por todas, de décadas de subtexto recurrente para abrazar lo que queer sin coartadas.