El fútbol mueve millones. De sentimientos, de hinchas y, de paso, de pesos. De estos últimos, el destino rara vez se conoce con certeza. Cómo se distribuyen y quién los toma. O las diferencias entre las distintas categorías e incluso entre los jugadores que ocupan las distintas demarcaciones sobre el demarcación de selección. Varias de estas preguntas se aclaran en la finca tiraje del anuario financiero del fútbol chileno, que resume la temporada 2021. Es una vistazo profunda al sector, revelando sus fortalezas pero incluso revelando sus debilidades. Una introspección que incluso nos permite ubicar el deporte que más cautiva a los chilenos en el decorado mundial. Y, en cojín a estas diferencias, concluir por qué las selecciones nacionales no han ganadería protagonismo en el contexto sudamericano durante mucho tiempo.
La posesiones del fútbol chileno en el extremo año ha mostrado leves signos de recuperación luego de los catastróficos mercancía producidos por el Covid-19, que derivó en el pestillo de estadios y, por ende, en la imposibilidad de advertir valiosos posibles a través de uno de los flujos generalmente considerados como estable: colecciones. Aún con espaciosidad menguado, el regreso de la propensión a los estadios y, sobre todo, la reactivación económica tuvieron mercancía favorables para el explicación de la actividad. El documento detallado por la Dispositivo de Control Financiero de la ANFP refleja precisamente estas fluctuaciones. “En esta segunda temporada afectada por la pandemia del COVID-19 se aprecia su impacto en el desempeño financiero reflejando un cambio en la industria y en los indicadores específicos de los clubes que forman parte de nuestra asociación, A pesar de algunas excepciones notables, la tendencia observada fue que el resultado activo se vio fuertemente afectado por la beocio contribución relacionada con el concepto de audición de boletos, pero tenuemente mitigado por la estabilidad generada por los derechos de transmisión y, en beocio medida, por los ingresos comerciales, concepto que surgió en constante crecimiento previo a la pandemia”, sostiene la comienzo.

El examen, en forma de sumario ejecutante, ya da indicios concretos del origen de los posibles que permitieron que el fútbol chileno siguiera en pie. “Si incluimos los ingresos de la actividad ordinaria o los ingresos operativos generados por los torneos nacionales durante el año 2021, esto representa aproximadamente US$126,200 millones de pesos (unos US$133 millones). Los ingresos más relevantes son los derechos de televisión, que representan el 50%, seguidos de los ingresos comerciales con el 26%, las cesiones con el 11% y el ticketing, que si correctamente ha incrementado sus ingresos en más del 50%, representa solo el 5% de la distribución total. En caudillo, la industria del fútbol chileno tuvo una recuperación en sus ingresos ordinarios de 9% respecto al 2020, materializado principalmente por ingresos comerciales que aumentaron en casi US$ 9.500 millones de pesos”, resume. Otro hecho duro: el valía total de las transferencias de jugadores marcó una caída del 33% con respecto a 2020, a pesar de que la salida de futbolistas de Pimiento aumentó un 2%.
La distribución de gastos muestra, desde un principio, el orden de prioridades en el uso de los posibles. El rubro Fútbol Profesional representa el 56% (R$ 81.888 millones) seguido de los gastos administrativos, con el 16%. En cambio, entre el fútbol jovial y el fútbol mujeril, solo se reparte el 4% de las entradas. Es sostener, entre las dos áreas se reparten US$ 6.399 millones.
Otro factor importante está relacionado con el movimiento del mercado. “Si correctamente durante la temporada 2021 la cantidad de futbolistas que emigraron de la cinta chilena superó en un 5% la cantidad de jugadores que ingresaron, el acumulado de los últimos 4 abriles registra un 20% más de incorporaciones que de panorama de jugadores. dice el documento. Por supuesto, cuando se prostitución de contar los beneficios, la conclusión es inclinado. En los últimos cuatro abriles, el fútbol chileno ha vendido jugadores por $54,7 millones y reclutado por $17,7 millones. “El fútbol chileno refleja una peso comercial positiva, donde la suma de panorama de jugadores supera en más de tres veces el número de altas de los últimos cuatro abriles, demostrando que somos un mercado de exportación”, destacan en Quilín. La veterano cantidad de jugadores que ingresan al mercado regional tienen entre 24 y 29 abriles (44%), mientras que los que salen tienen principalmente entre 19 y 29 abriles (61%).

La importación de jugadores sigue mostrando una tendencia clara: la mayoría proviene de Argentina, con un 30%. Mucho más detrás se encuentran Uruguay (16%) y México (14%). ¿A dónde van los jugadores que se van de Pimiento? El principal importador de talento doméstico es el país trasandino (35%), seguido de Uruguay, con un 12%.
El consumición por patria refleja que la veterano parte de los ingresos permanece en manos de los actores locales. En el caso de los gamers, un 72%, poco más que en 2020 (70%). En el cuerpo técnico, el 59%, dos puntos más que hace dos abriles.
Los jugadores se quedan con buena parte del parné, aunque en el extremo control ha bajado la cantidad que se repartía. Si en 2020, en Primera División, la suma superó los US$ 40 mil millones, en 2021 llegó a US$ 36 mil millones, 9% menos. Los cuerpos técnicos fueron los que más sintieron la encogimiento. La temporada pasada, en la categoría de honor, el consumición en este rubro se redujo en un 23%, aunque el monto sigue siendo considerable: US$ 5.513 millones.
Otra de las certezas que aguijada la revisión es que el gol se paga caro. En Primera, el salario promedio de los delanteros es de $7,1 millones, sutilmente superior a los $6,6 millones del período susodicho. Los defensas y los mediocampistas están empatados en el segundo punto de la clasificación con 5,2 millones de dólares. Los porteros, por su parte, son los peor pagados: un cancerbero de primera división se embolsa cerca de de US$ 4,9 millones. El valía es tenuemente inferior al del año susodicho, cuando contabilizaron R$ 5 millones. En Primera B la tendencia continúa, aunque los títulos son considerablemente más bajos y rondan los US$ 2 millones en todos los sectores de la cancha.

Un indicio que explica la posición del fútbol chileno en el mercado sudamericano y que explica en gran medida los malos resultados obtenidos por los clubes nacionales en competencias internacionales es el valía de las plantillas. En este concepto, la diferencia entre Brasil y Argentina es obvia. Considerando las escuadras que participan en la Copa Libertadores, los representantes de las dos principales potencias del fútbol continental están valorados en US$ 773 millones y US$ 343 millones, respectivamente. chilenos, a tan solo US$ 38 millones. En la Copa Sudamericana, la tendencia es la misma: US$ 341 millones es la valorización de equipos del país más noble de la región y US$ 177 millones de trasandinos. Los nacionales escasamente superan los US$ 30 millones.
La multitud en los estadios alcanzó su punto mayor en 2018, cuando 2 450 100 fanáticos llenaron los tableros. Al año próximo, ya hubo un impacto, producido por el estallido social, que impidió disputar las últimas jornadas, con el consiguiente impresión: la protección bajó un poco la barrera de los dos millones de espectadores. Sin requisa, el brote de Covid-19 ha tenido mercancía devastadores: en 2020, solo se registraron 408.480 seguidores en los recintos deportivos. Al año próximo, el número se duplicó, aunque todavía muy por debajo de los mejores tiempos. Este año, con el aumento de espaciosidad por los avances en el control de la pandemia, principalmente por la profilaxis, los números deberían acercarse a la normalidad, al menos en la recta final de todos los torneos.

En 2021 se retransmitieron 391 partidos, con un rating medio de 2,94 puntos. Un hecho mono es que El aproximación más concurrido fue entre Colo Colo y Universidad Católica, el 24 de octubre, en el Monumental. En ese momento, los dos equipos peleaban por el título, que estaba en manos de los Cruzados, que incluso ostentaban el cuarto campeonato. Asimismo, la diferencia en relación al Superclássico entre los albos y la U, disputado el 25 de abril, fue tangencial (11,83 puntos contra 11,81). En B, el partido más pasado del periodo lo animaron Fernández Viario y Coquimbo Unido (4,15 puntos). Por aquellos días, los piratas se jugaban la dorso a la Primera.
Otro parámetro que refleja el interés de los aficionados por la competición es la presencia en las redes sociales. Facebook es la forma preferida de interacción, con un 48%, aunque Instagram apetencia demarcación y alcanza el 30%. Twitter ocupa el tercer punto con un 22%. Los clubes de Primera División acumulan 9.637.000 seguidores, mientras que los clubes del Avance registran 1.432.000. Los dos números reflejan un incremento que, proporcionalmente, es mucho más patente en la categoría promocional.
https://www.latercera.com/el-deportivo/aviso/cuanto-gana-un-futbolista-de-donde-vienen-los-refuerzos-escaner-al-bolsillo-del-futbol-chileno/TGKUM2FLP5DRRFTRVX2AA4QK7M/