Deje de adaptaciones tan grandes como la serie. El hombre de arena en Netflix suelen estar dominados por la idea de “cumplimiento”, que suele ser una de las formas menos interesantes de charlar de ellos. Condena el nuevo trabajo a poblar a la sombra del preparatorio, que tiene la superioridad insuperable de ser 100% fiel a sí mismo en punto de permitir que uno y otro se beneficien de estar tan profundamente hablando entre sí. Pero, en el caso de El hombre de arenaLa cumplimiento proporciona una cristal útil para ver los éxitos y fracasos de esta empresa.
Si aceptablemente se consideraron necesarios algunos cambios estructurales y de carácter, hay tramos largos que parecen deleitar escenas de los cómics de Neil Gaiman palabra por palabra, o dan vida a ciertos paneles con una precisión a veces sorprendente. Muchos de estos momentos se sienten tan vivos como en la página, noticiero que probablemente deleitarán a muchos entusiastas fanáticos de hombre de arena. Sin secuestro, aquellos que no lo hacen pueden entenderse mejor en relación con el material de origen que cuando se consideran solo en sus propios términos.
‘Sandman’: Críticas a la serie de Netflix
El hombre de arena Comienza con un error: en 1916, el ocultista Sir Roderick Burgess (Charles Dance) y sus seguidores organizan un ritual diseñado para capturar a la Homicidio, solo para descubrir que han atrapado a Sueño (Tom Sturridge). Además conocido como Morfeo, este ser primordial es uno del Infinito y la encarnado de todos los sueños e historias. Sin secuestro, es mantenido cautivo por los mortales, primero el charlatán jactancioso y luego su hijo más manso, durante 106 primaveras, logrando su familiaridad en el año 2022. A partir de ahí, la narración tiene hilos, construidos en torno a ciertas tareas que Dream debe realizar a medida que recupera el control de su reino, el Sueño. Se cuentan viñetas pequeñas y significativas de principio a fin durante el tiempo que sea necesario. El único ser que los conecta a todos, aunque no siempre en el papel principal, es Morfeo, cuyo tiempo de toril en la Tierra le ha llevado a plantearse un cambio en la forma de afrontar su existencia.
La narración episódica es parte de la naturaleza de los cómics en serie, y la voluntad del material de origen de empujar al personaje principal a los márgenes cuando es necesario es una de sus mayores fortalezas. La televisión incluso es de naturaleza episódica, pero ver El hombre de arena, parece que se ha pensado mucho en cómo se traducirá la novelística fragmentada. The Corinthian (Boyd Holbrook), una horrible pero engañosamente encantadora pesadilla que ha escapado al mundo de los mortales, ve cómo su papel ya cargado se expande para establecerse más firmemente como el inculto principal de la temporada.
Pasando a Luzbel (Gwendoline Christie), cuyo tiempo es breve en esta etapa original, la serie prácticamente grita que este personaje regresará en futuras temporadas. La serie emplea una gran cantidad de cortes transversales adentro de los episodios, lo que permite que diferentes líneas argumentales se desarrollen simultáneamente y se sientan conectadas antiguamente de que terminen chocando.
Irónicamente, a pesar de todos estos esfuerzos por remodelar El hombre de arena para adaptarla a este medio, esta serie incluso tiene más éxito cuando está más enfocada. Los episodios 5 y 6, más limitados y mucho menos fracturados, son los más destacados y serán suficientes para muchos devotos de la El hombre de arena Apúntate a esta adecuación.
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