Banca  

¿Cómo ven las calificadoras a los bancos dominicanos?

El período pospandemia ha sido enrevesado. Los conflictos armados, encima de las políticas fiscales y monetarias contracíclicas, dieron oportunidad a la inflación mundial. Esto obligó a subir las tasas de interés en todo el mundo, incluida la República Dominicana.

Esta situación hace que nos centremos en los niveles de solvencia del sistema financiero dominicano. El seguimiento y calificación de su capacidad financiera está bajo el cómputo de tres calificadoras de peligro líderes: Fitch Ratings, Feller Rate y Pacific Credit Rating.

Una calificación por sí misma no constituye una sugerencia o recomendación para comprar, entregar o abastecer un valía en particular o hacer una fianza sobre su inversión, difusión o difusión. Sin retención, para los bancos, obtener un puntaje crediticio es cardinal para aumentar la confianza de los inversionistas y resumir los riesgos de reputación en un entorno doméstico e internacional cada vez más competitivo.

De ahí la preocupación: “¿cómo ven las agencias de calificación este mercado?” Para Cibeles Jiménez, diestro en encargo de riesgos y gobierno corporativo, en normal, las calificadoras de peligro mantienen perspectivas positivas para el sector financiero dominicano.

“El sector tiene un perfil de peligro bajo oportuno a sus altos niveles de solvencia, exposición controlada al peligro cambiario e incumplimiento de cartera por debajo del promedio de los sistemas centroamericanos”, dijo Jiménez. Pasta.

En normal, las escalas aplicadas son AAA, AA, A, BBB, B, C, D y E, donde AAA es la mejor; C es informado de la imposibilidad de suscripción; D es el incumplimiento efectivo y E corresponde a la desatiendo o incumplimiento en la entrega de información para la clasificación.

Gracias a Dios, según datos de agosto de 2022 de la Superintendencia de Bancos, entre las entidades analizadas, las calificaciones son en su mayoría saludables, aunque algunas no son visibles o simplemente no las tienen, según los datos.

En este sentido, los bancos comerciales tienen la mejor calificación, con Scotiabank (AAA), Banreservas (AA+), Popular (AA+) y BHD (AA-) liderando las mejores puntuaciones.

Respecto a los signos que se suman al peña vocálico, los expertos en la materia explican que, por ejemplo, entre AA y B, los signos (+) o (-) sirven para distinguir posiciones relacionadas con el peligro o la estabilidad en el interior de una misma calificación. .

Por ejemplo, Banesco y la Asociación Franquista de Ahorros y Préstamos (ALNAP) aparecen con A+, respectivamente. A positivo es levemente mejor que A y A es levemente mejor que A-. Este posterior es el caso de Confisa, BACC, Lafise, BDI, Sotabanco Caribe y Promerica, y las mutuales de seguros Alaver y Abonap.

Para los bonos a corto plazo, las agencias calificadoras utilizan las siguientes escalas: N-1, N-2, N-3, N-4, N-5, donde N-1 es mejor, N-4 advierte de la incapacidad de suscripción y desatiendo información N-5.

Todas las categorías tienen el prefijo py para distinguir que se negociación de una calificación en escalera doméstico.

Con colchoneta en su estudio y proyecciones, las agencias calificadoras utilizan una tendencia de calificación probable, que puede ser Positiva (se estima que aumentará), Estable (se prórroga que permanezca igual) y Sensible (existen factores que pueden influir en una reducción) de la calificación en el futuro. evaluaciones).

El sector financiero dominicano incluso cuenta con entidades con calificaciones bajas, aunque no en estado crítico, entre ellas López de Haro (BBB), Vimenca (BBB+), Bellbank (BB+), Sotabanco Unión (BBB+), Fihogar (BBB-), Atlántico (BBB- ), Duarte (BB+) y Romana (BBB+), indican los números de la Superintendencia de Bancos.

inversores

Para Raúl Hernández, responsable de macroeconomía e inversiones de CIEF Consulting, la calificación de peligro es una medida breviario de la calidad crediticia. En otras palabras, la capacidad de la entidad para acreditar, en tiempo y forma, los compromisos que asume.

Su importancia radica en que toda propuesta pública en el país requiere calificación. “Muchos compradores e inversionistas se guían por la calificación de peligro para comprar o no un título”, dijo Hernández, precisando que, aunque no es obligatorio, el mercado es riguroso.

Leave a Reply

Your email address will not be published.