‘Amigos en el camino’, de Santiago Terracota, o el cine total

Santiago Terracota es al séptimo arte del siglo 21 lo que Antón Chejov fue al teatro del siglo 19. Este cineasta argentino es un serio estudioso de los significantes que crean múltiples significados en la gran pantalla. No vas a una de sus películas como a cualquier otra, pero siquiera las dejas como al resto del cine.

Cubo su carácter magnífico, lancemos incluso una crítica diferente. Paréntesis: ¿Todavía hay críticas de películas en septiembre de 2022? El paréntesis está cerrado. No es lo mismo ver(), que acertar. No es lo mismo tocar una película con palabras que acoger sus impresiones de luz y sonido en nuestra retina.

Como dice la protagonista de esta historia, a través de los versos de la poeta Roberta Iannamico, en un momento determinado de su delirio: Me di cuenta de que no se puede afirmar el canto de un pájaro con saber. He vivido durante mucho tiempo en la frustración de conocer la dificultad de traducir la belleza del cine en signos escritos. y especialmente de la sutileza, belleza y serenidad de películas como ‘Friends on a Country Road’. Solo el intento, espero que valga la pena. Por ello, advierto a nuestros navegadores: un texto saciado de spoilers, interpretaciones y banderas. Primero, mira la película; así que sigue leyendo.

'amigos en un camino rural'

‘Amigos en un camino rural’

El extremo trabajo de Santiago Terracota muestra a dos amigos paseando por la naturaleza, hablando de sus asuntos personales. Una propuesta acinemática, a primera clarividencia, que en verdad es la esencia misma del cine. Unir imágenes, texturas, sonidos y música para despertar una historia propia en el imaginario de cada espectador.

Lo que puede parecer una discusión es en verdad una excusa. Los personajes del cineasta se definen, sobre todo, por lo que dicen y por lo que hacen. La película comienza y el protagonista prepara meticulosamente unas hogazas de pan. Transformará tres utensilios (agua, harina y catalizador) en poco diferente. Como las tres amigas que forman un vínculo íntimo y cercano de hermandad, amistad y tal vez poco más. Sandra, Tere y Claudia, una trinidad que incluso se convertirá en poco más.

Claudia ya se fue, no por atrevimiento propia, sino por una causa ineludible (siquiera desvelaremos todo), y ahora Sandra se enfrenta a una nueva despedida. Tere solicita un traslado y se va del pueblo, dejándola sola. Caminan y hablan, regañándose por la frialdad de uno y la insistencia del otro. Necesitan poco para iluminarlos. Al amanecer de esa mañana, Sandra vio un meteorito y fue a buscarlo, en medio del campo, con su amiga. Como en su obra mencionado ‘Breve historia del planeta verde’, lo increíble se combina en el cine de Terracota con una nacionalidad sencilla. Lo sobrenatural o lo inesperado no es extraño. Es solo la vida.

'amigos en un camino rural'

‘Amigos en un camino rural’

De la trinidad pasamos al dúo. Esa misma mañana, y como un meteorito más, la hija del protagonista, Nora (nombre de la que siempre sale y rompe con los esquemas familiares establecidos) volvió a ver a su matriz. Escasamente hablan. Se suspende una conversación irresoluto sobre tu padre. La matriz sale a pasear y la hija se encuentra con su amiga Virgi (de Virginia, pero tan cerca de la virginidad). Todo un nuevo circunscripción por explorar. Incluso hablan, pero su conversación será más sobre caminos futuros que sobre caminos pasados.

Del trío y el dúo pasamos al individuo, a la mecanismo. Un fresco, andrógino como sólo la pubescencia le permite escapar de una dualidad socialmente impuesta, se cruza en el camino de Sandra y Tere. Te aconsejan la mejor forma de obtener al espacio al que quieres obtener. Esta perdido. No como ellos, que saben dónde están desde hace mucho, mucho tiempo.

La película, tan absorbente para el ojo como magnética para su fotografía, creo que ofrece al menos dos o tres alternativas. para fijar estas relaciones. Todo está descubierto a la interpretación del espectador. El extremo y, en definitiva, el aspecto más importante y muchas veces pasado por detención forma parte del proceso de recibo de una obra cinematográfica. El gran cine no es el que se proyecta en la gran pantalla y se aferra a ella. Olvidado en dos minutos. El auténtico séptimo arte perdura tras salir de la habitación.

Las películas de Santiago Terracota comienzan cuando termina la proyección. Cuando la protagonista llega a casa y, transformada o no, se prepara para cenar con su hija, parece que ese es el momento en el que comenzará esa conversación irresoluto sobre su padre. O no. En ese momento, el espectador, monarca definitivo del cine, porque sin él las películas no existirían, se convierte incluso en director para enriquecer la historia, desde su experiencia vitalista personal.

Si, como en el exposición de Venerable Monterroso, “cuando despertó, el dinosaurio seguía ahí”, con Santiago Terracota, “cuando el espectador sale del cine, la película sigue ahí, y durante mucho tiempo, sigue ahí”. “.

'amigos en un camino rural'

‘Amigos en un camino rural’

Fiestas de San Sebastián Zabaltegi-Tabakalera

Título llamativo: Novias en un camino rural. Dirección: Santiago Terracota. Atlas viario: Santiago Terracota y Lionel Braverman. Canción: Santiago motorizado. Fotografía: Eduardo Crespo. Distribución: Sublime Eva Bianco, Anabella Bacigalupo, Jazmin Carballo y Carolina Saade. Duración: 77 minutos. País: Argentina (2022).

Sinopsis: En un pueblo de montaña cae una piedra del Gloria. Dos amigos van a buscarla al campo. En el camino hablan, recuerdan a otro amigo que murió, ríen, discuten, conocen a otros buscadores. Desde el principio del día hasta que se apaga la luz. Una despedida o varias. El delirio del día desde el amanecer hasta el atardecer. La poesía como hilo conductor. Una película sobre conocidos y paisajes invernales.

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